Un año más, y como un rito estacional habitual en nuestras actividades, hemos vuelto a Piedrafita de Babia. Como de bien nacidos es ser agradecidos no podemos por menos que hacer un reconocimiento a la sociedad babiana ASEDEBA que nos facilitó los permisos para la recogida de setas y nos acompañó a la salida por diversos lugares del entorno, orientándonos hacia los sitios en los que previsiblemente podíamos encontrar los rodales de San Jorge.
No se puede decir que la salida fuese especialmente productiva. Aunque el día resultó espléndido desde el punto de vista meteorológico, las condiciones climatológicas previas con ausencia de lluvias, viento y calor dejaron las praderas exhaustas. Algunas corras de senderuelas muy secas (lo que, por cierto, nos facilita su conservación), algunos ejemplares aislados de seta de San Jorge y poca cosa más.
Las camperas próximas a Piedrafita fueron testigo de una invasión de chaquetas rojas desparramadas en busca del codiciado manjar, desgraciadamente las cestas, livianas a causa de la escasez de la recolección no nos dificultaron la marcha, asunto que en otros casos resultaría positivo pero que a nosotros nos resultaría más grato que pesasen un poco más.






Una vez concluida la jornada matinal y llegado el momento de reponer fuerzas nos dirigimos a Carrasconte donde dimos buena cuenta de la comida preparada en las cocinas del restaurante local, disfrutando de tanto de la pitanza como de la buena compañía de los comensales.Como dato curioso, merece la pena hacer mención de que a la salida de la comida se encontró, en el mismo prado del restaurante, una magnífica e inesperada corra de la codiciada seta de San Jorge.












La jornada vespertina se completó con una salida a Lago de Babia. Por las anchas camperas que bordean el lago, acompañados por el monótono croar delas ranas y la aguda estridulación de los grillos, nos encaminamos a los altos desde los que se domina una amplia panorámica sobre los últimos valles leoneses que se extienden debajo de la Cordillera Cantábrica, ya próximos al nacimiento del Sil y al vecino concejo de Somiedo.







Che, que bueno. Me alegra ver tanta gente en Babia.
Polyporus squamosus