¡Ya llegó la hora hora de hacer una salida en condiciones «normales»!
Después de una semana lluviosa parecía llegado el momento de acudir al monte a ver en qué estado podíamos encontrar la aparición de las setas por las «Highlands» de Cerredo. Si el resultado no resultó tan productivo como cabía esperar a día 1 de octubre, no faltaron a la cita un numeroso número de especies, aunque, eso sí, pocas que pudiesen satisfacer nuestras aspiraciones gastronómicas. Solamente un par de Boletus edulis, media docena de trompetas y unos preciosos Coprinus comatus.
Una infructuosa primera escala del viaje en los robles de Cerredo que le dieron a Isa la escasa satisfacción de encontrar las trompetas (pocas) y a Aladino encontrar dos pequeños Pleurotus ostreatus.
Como el hambre empezaba a hacer acto de presencia, sobre todo en la sección infantil del grupo, replegamos a la zona de salida y emprendimos ruta carretera arriba hacia La Collada, lugar donde extendimos nuestros manjares y aplacamos cumplidamente nuestras necesidades de avituallamiento. Afortunadamente el día era espectacular y pudimos dar cumplida cuenta de la «merienda».
Después de reposar nuestra comida emprendimos de nuevo la ruta hacia la cabaña vaqueira, ya sita en tierras leonesas, donde dimos cuenta de un par de boletos preparados por Ovidio y Toño que se repartieron entre los participantes del grupo y los integrante de una expedición en todoterreno que se sumaron a la degustación.
Particularmente me gustaría destacar la presencia de José Antonio, más conocido como Ramallo, un lacianiego que nos acompañó y nos enseñó, como experto micólogo que es, diversos trucos para reconocer hongos poco frecuentes o incluso algunos que siendo habituales en nuestras salidas no teníamos correctamente identificados.
De vuelta a nuestro vehículos se deshizo la expedición y cada uno retornó a sus domicilios con la satisfacción de haber pasado, a pesar de la escasa recolección; un día estupendo.
A continuación voy a insertar algunas fotos de la salida. Espero sean de vuestro agrado.
En la galería apilada aparecen un Pycnoporus cinnabarinus, una Morganella piriformis, una Psilocybe semilanceata, un Marasmius epiphyllus, un Lycoperdon perlatum, un Tricholoma ¿album? y un Pleurotus ostreatus.















